"Vida de Perros"
—Éste mundo está un poco loco, de verdad yo no entiendo a los
seres humanos. —expone Brenda.
—Ja, ja, ja, ¿y por qué dices eso?
—¿Pepe te parece poco? ¿No ves como actúan?, se comportan como
al revés.
Brenda y Pepe se conocían desde muy pequeños, habían sido muy
bien criados, venían de muy buenas familias, los que les permitió
ver el mundo desde otra perspectiva y cada cierto tiempo se
encontraban y aprovechaban para analizar algunas situaciones e
intercambiar criterios.
—Yo no recuerdo como llegué al mundo, ni como llegué aquí a
esta urbanización, pero si recuerdo a las familias que han pasado
por aquí.
—Ah claro Brenda, yo también recuerdo a las familias que han
pasado por aquí, cada uno han sido un personaje, ja, ja, ja, el más
emblemático es el vecino Arturo.
—Como olvidarlo, hasta donde tengo entendido el jefe de la casa es
el hombre, pero resulta que allí quien mandaba era la mujer, cosa
extraña.
—¿Recuerdas cuando le grito al frente de los trabajadores que
estaban haciendo la cerca de su casa? —le preguntó Pepe—, Pero
si él lo que quería era darle seguridad a su familia.
—Sí, pero ella quería algo lujoso. Viviendo en éste barrio tan
peligroso lo primero que deben buscar es la seguridad, después
vienen los lujos.
—Esas son las personas que su prioridad es lo material, no tienen
valores, ni principios, solo se enfocan en lo que pueda comprar el
asqueroso dinero.
—¿Ah te fijas Pepe que tengo razón?
—Ahora si entiendo tu punto, y siguiendo con ese mismo tema,
¿recuerdas a los que vivían en el fondo, la familia Bocalibre?
—Sí, ja, ja, ja, no te podían ver porque según ellos no venias
de una buena familia.
—Por eso cuando los veía le daba sus buenos sustos, ja, ja, ja.
— Allí también mandaba la mujer, y lo peor, lo que nunca entendí
es que desde que uno nace uno debe buscar la independencia para poder
sobrevivir y aprender a superar todos los obstáculos que se te
presenten en la vida.
—Esa pareja vivía bajo una relación de dependencia mutua ¿no?
—Sí, no se soportaban, vivían en una pelea eterna, pero no se
separaban. Era un circulo vicioso él peleaba , ella peleaba, si él
no se iba para casa de su familia era ella, venían la familia de
ambos a meterse en sus problemas como si de dos niños se trataran.
Él cuando se molestaba salía y contaba todo lo que hacían en sus
intimidades, y contaba todo lo que se había enterado de lo que ella
hizo con sus anteriores pareja.
—¿Tú que hacías cuando escuchabas esas cosas?
—Yo me hacía la dormida ja, ja, ja. Lo que más me alarmó fue
cuando ella insinuó que él era homosexual porque en la intimidad
tenía una preferencia rara, ya ni recuerdo que era.
—¿De verdad Brenda? ¿Eso es insólito?
—Pues sí, yo digo lo que veo y lo que oigo.
—Que poco, y lo peor era lo que le estaban haciendo a su hijo.
Vivir con ese conflicto eterno más la sobre-protección de las
abuelas. Lo estaban inutilizando, estaban haciendo que fuera
dependiente.
—La historia se repite y hasta que uno de los participantes de esa
familia disfuncional no se de cuenta, se repetirá de generación en
generación.
—Que triste, ¿y la señora que vivía al frente de ellos?
—Ay esa era otra, ¿Para qué se crean escuelas? ¿Para qué se
invierte en los que enseñan? Y lo que es peor, nosotros nos damos
cuentas y al parecer nadie más se da cuenta, ¿Para qué la gente
pasa tantos años asistiendo a recibir educación? ¿No hay nadie que
evalúe eso?
—La verdad que sí, yo creo que si no perdieran su tiempo
asistiendo a clases, la gente no fuera tan egoísta, no se
aprovecharía de los demás, ¿será que las escuelas, las
universidades son la causante de todos esos antivalores?
—Yo voy más allá Pepe, ¿será la sociedad?
—Bueno pero todo lo que hemos hablado forma parte de la sociedad,
por lo tanto, que si la sociedad no funciona nada que este dentro de
ella funciona.
—Exactamente, y la muestra de ello es que, la señora Sara siendo
profesora universitaria, aprovechando sus influencias en los
gobiernos, le habían regalado cuatro casas y todas las había
vendido a precio del mercado.
—¿A precio de Mercado? ¿Donde aprendiste esa palabra?
—Ah, para que tu veas, ja, ja, ja.
—¿Cuatro? ¿Esta casa también la vendió? ¿Pero no se la iban a
quitar?
—Eso expresa el nivel de corrupción en la que están las
instituciones, le pago una cuota a uno de los funcionarios y se quedó
con la casa. Piensa lo siguiente, yo he escuchado que ahora para todo
utilizan sistema informáticos, y si eso es así ¿como esa señora
pudo acceder a tantas casas sin que el sistema la rechazara?
—Porque un funcionario ignorando el sistema igual le asignaba la
casa, ahora yo me pregunto, ¿Que motivaba a ese funcionario para
hacer eso? ¿Dinero?
—Llegamos otra vez al punto del asqueroso dinero, ¿y que mueve a
esta sociedad?
—El dinero, ¿y si el dinero no sirve? Tampoco sirve la sociedad.
—En cierto punto es así, pero recuerda que el dinero no tiene
vida, el dinero es una cosa, un objeto, por lo tanto no tiene
características propias de ser bueno o malo. Esa característica se
la da el ser humano.
—Hoy estas que arde ¿no? Ja, ja, ja. Pero por favor, explícame
tu punto, para ver si te comprendo mejor.
—Yo tengo dientes ¿verdad? Los dientes me sirven para masticar la
comida, pero ¿y si yo te ataco y te muerdo? Estoy usando mis dientes
como arma, allí la utilización que le estoy dando a mis dientes es
mala, entonces no se puede decir que me van a sacar todos los dientes
porque son malos. ¡No! No son malos. El dinero le permite a las
personas obtener productos que necesitan, pero si tu tienes más
dinero puedes obtener más cosas, entonces la gente lo que hace es
que busca obtener más dinero sin importar los medios que utilicen, y
cuando tienen mucho dinero lo utilizan para obtener favores de las
personas haciendo que esas personas se salten las reglas de la
sociedad, y es allí donde se clasifica al dinero como malo, cuando
las personas dejan a un lado sus valores y principios para conseguir
un poco más de dinero.
—Viéndolo de esa forma queda muy claro, pero las personas no solo
se basan en el dinero para hacer que otras personas se salten las
reglas que impone la sociedad.
—¿Como así? Ahora soy yo quien no te entiende.
—¿Recuerdas al policía Suarez que vivía en la otra calle?
—¿Vivía? Él vive allí, bueno corrijo, el todavía tiene esa
casa, ese es otro ejemplo similar al de la señora Sara, que teniendo
su casa principal el gobierno le asigna otra casa para tenerla allí
abandonada y toda llena de monte.
—Exactamente, pero cuando estaban trabajando haciendo la cerca
allí yo me deje llegar hasta allá como quien quiere y no quiere la
cosa. Y escuché que todos los materiales de construcción se los
habían regalado porque el llegaba a las empresas con el uniforme de
policía y decía que ese material era para el comandante, entonces
los dueños para congraciarse con el comandante le daban todo lo que
necesitara.
—Ahí es un poco más complejo para explicar —dice Brenda—,
porque ya no hablamos de dinero, sino de favores, el dueño le hace
un favor al comandante por medio del policía, el policía a su vez
se pone a la orden para cualquier favor que necesite el empresario,
es probable que en un futuro no muy lejano el empresario se meta en
problemas y él muy bien puede llamar al policía para que lo ayude
por medio del comandante, en este caso el favor o el material de
construcción hace la misma función que el dinero como lo hace la
señora Sara la diferencia es que ella lo entrega y de una vez
obtiene un favor de quien se lo está recibiendo, en cambio, aquí se
da por adelantado el dinero, que en sí, está representado por el
material de construcción, para que en el futuro él pueda recibir un
favor.
—Sinceramente cada día me dejas más asombrado ja, ja, ja.
—Es que a nosotros nos discriminan, pero al parecer como que somos
más inteligentes que cualquiera.
—Así mismo es, aunque tu eres más inteligente que yo, como tu
vienes de una buena familia eso te da más inteligencia ja, ja, ja.
—No seas tan ridículo Pepe.
—Es sarcasmo. Ja, ja, ja.
En eso que Brenda y Pepe están hablando, se acerca una vecina que
va pasando por el lugar,
—Oye Brenda vamos a darle paso a Rocio porque es capaz y te pisa.
—Ya vas a ver que va a pasar y ni se fija en nosotros, no vayas
hacer ruido.
Efectivamente, la señora Rocio pasa y no repara en la presencia de
Brenda y Pepe.
—Ja, ja, ja, ja, si nos quedamos ahí nos pisa y ni voltea a ver
si nos paso algo.
—Ese caso es triste, yo la llamo una burgués frustrada. Ella
tiene su negocio, no es un gran negocio pero según dicen es muy
prospero.
—Ja, ja, ja ¿Y por qué la llamas así?
—Porque no vive la realidad, el hecho de que la vida le haya dado
más posibiliad que otras personas, no quiere decir, que tenga que
maltrar y menospreciar a los demás, no, debe disfrutar y agradecer y
en la medida de lo posible tratar de ayudar a sus allegados.
—Yo he visto que su actitud es arrogante y le gusta que le sirvan,
le gusta sentirse por encima de los demás y humillar a los que poco
tienen. Yo creo que por eso tiene como cuatro personas que le
trabajan allí en su casa, una para cada tarea del hogar.
—Aunque eso no es malo, pero su actitud deberia cambiar, porque
vive con unos lujos que sus ingresos no pueden cubrir y termina
sacrificando al esposo que trabaja en una empresa casi todo el día y
cuando llega a su casa en vez de descansar lo que llega es a trabajar
en el taller que tiene, arreglando carros. ¿Si ella quiere y desea
grandes lujos porque no ahorra todo el dinero que están gastando en
estos momentos como por ejemplo en señoras que laven, que cocinen,
que cuiden al niño, y en futuro inmediato invertir en su negocio y
ampliarlo para que produzca más?
—Porque para hacer eso necesita sacrificar el poquito de lujo y la
poquita comodidad que tiene ahora.
—Yo he escuchado que de los grandes sacrificios vienen los grandes
logros.
—Sí pero para muchas personas, las apariencias valen más que
cualquier cosa. Fíjate como vive su hermana, una muchacha muy
bonita, hermosa, con muchos pretendientes de buenas familias y
trabajadores, pero tiene a un hombre que no la hace feliz pero es
dueño de una ensambladora de equipos de computación, y este le
puede dar todo los lujos que ella desee. Imagínate que solo lo ve
dos veces al mes pero la saca de viaje ocho veces al año, y como
verás ya tiene otro carro del año, eso para ella es lo más
importante.
—Definitivamente los antivalores reinan en este mundo, ¿y que
título universitario tiene esa muchacha?
—Ja, ja, ja, ¿eso es un chiste? Ella dice que no nació para
estudiar que lo de ella era buscar un hombre que la mantuviera.
—Algo así como las familias que tienen una mascota, menos tú
porque tu eres callejero ja, ja, ja.
—No te pases ja, ja, ja.
—Ya en serio, ella es la mascota de él, le compra todos los
juguetes, le da las mejores comidas, cuando se enferma la lleva al
médico y ella de agradecimiento cuando él está con ella le mueve
el rabito y hace caso a todas sus ordenes por muy estúpidas que
sean, y cuando se porta mal debe aceptar que le pegue y la castigue
porque de lo contrario la echaría a la calle, ¿que tal? Vive una
vida de perros.
—Ahora bien, ¿y que tienes que decir de los nuevos vecinos?
—No se mucho sobre ellos pero, esos si viven como los propios
animales, sin ofender lo presente ja, ja, ja.
—¿Vas a seguir? Y a decir verdad, me ofende la comparación.
—Pues a mi no, ja, ja, ja. Deja que te cuente mi óptica sobre el
tema.
—Conchale, pero hablar contigo es una aventura de conocimientos.
“Deja que te cuente mi óptica sobre el tema”. Ja, ja, ja.
—¿Te cuento o no? Ja, ja, ja, Ellos viven con un resentimiento
hacia las demás personas, solo están pendiente de que le pueden
quitar a sus vecinos, se llevan cualquier cosa con o sin valor,
parecen cleptómanos. Al hacer algo así, tienen como una sensación
de victoria, sienten como si le han hecho un gran daño a la persona
y con eso se sienten satisfechos. Todos los fines de semana sin
motivo alguno realizan una “fiesta”. La excusa es poder ingerir
licor, eso se repite viernes, sábado y domingo, y sin poner limites
a la musica.
—Pero eso no es malo cada quien hace con su vida y en su casa lo
que mejor le parece.
—Es verdad, pero hasta cierto limite, porque si tu conducta me
empieza a afectar a mí, entonces ya no eres libre de hacer lo que tu
quieres. Pero el detalle no es ese, sino que mientras gastan y gastan
dinero todo el fin de semana para comprar el alcohol que van a
consumir, el lunes muchas veces no van a trabajar porque no tienen
dinero para trasladarse, ese lunes buscan prestado dinero que cubra
sus gastos para la semana, y en vez de cancelar sus deudas el
viernes, lo que ganan prefieren gastárselos y quedan con la deuda
pendiente, llega el lunes nuevamente y buscan dinero prestado con
otro incauto para el resto de la semana y así se ha venido
repitiendo, es un circulo vicioso, y yo me imagino que se terminará
hasta el día que no consigan quien le preste dinero.
—¿Y todos allí piensan así? ¿No hay nadie sensato y vea que
esa conducta no los lleva a ninguna parte, solo al despeñadero?
—Es una familia disfuncional como muchas otras, hombres y mujeres
piensan igual porque ellos mismo se enorgullecen al decir que son muy
rumberos y solo comen una sola vez al día.
—Ahí es donde me pregunto, ¿Donde están las instituciones del
estado? ¿Por qué nadie se preocupa por una situación similar?
Porque allí, en esa casa hay dos niños, un bebé de siete meses de
nacido y otro niño como de un año y medio, ¿esos niños no comen?
—Comen de lo que le dan los vecinos, la señora Carmen, como ella
trabaja como señora de limpieza en casas de familia, le regalan ropa
de bebé y la ayudan con comidas y ella comparte con ellos por ayudar
a esos niños que no tienen culpa de haber nacido entre semejante
familia.
—¿La señora Carmen? Si ella ha regalado a casi todos de sus
hijos.
—Esos son los misterios del universo, misterios del ser humano. Yo
tampoco entiendo pero esa es la realidad, esos niños sobreviven
gracias a la “bondad” de esa señora. Y tienes razón de
reaccionar así porque si analizamos a esa familia, yo creo que es la
peor de todos.
—Ilústrame con tus análisis y con tus conocimientos. Ja, ja, ja.
—Ella vive con su hija Evelin, ella al igual que la familia de
locos tiene deudas pendientes por todos lados y lo que menos piensa
es en pagarlas porque cuando llegan a cobrarle sale e insulta a los
cobradores pero eso no es lo peor, tiene siete hijos a los primeros
seis los repartía, entre hermanos, tíos, y amigos, conforme iban
naciendo. Su hija es peor que la madre porque con tan solo diecisiete
años lleva cinco abortos, por lo menos la madre los regalaba, ésta
los mata, el común popular es de expresarse de este tipo de mujeres
como “Perras” pero si comparamos a estás mujeres con las perras
vemos una gran diferencia entre una y otra. Por un lado tenemos que,
la señora Carmen regala a sus hijos y las hijas los aborta, una
perra si ve que se van a llevar a una de sus crías reacciona
ferozmente, deben quitársela de forma tal que la perra no se dé
cuenta, esa señora no se preocupa si sus hijos están enfermos o si
tienen una necesidad, una perra cuando sus crías están pequeñas
que son indefensas ella busca la manera de tenerlos en un sitio
seguro y los traslada de un lado a otro si es necesario pero busca
que estén seguros, las perras limpian a sus crías, le enseñan y
los guía hasta que ya sepan defenderse solos, por eso cuando se
expresan de esa manera me molesta y ofenden porque ojala esas mujeres
actuaran como las perras.
—Y de eso nadie te habla porque tu acabas de tener a tus crías.
—Así es, y a propósito me voy, dejo a los locos en su mundo al
revés, mis cachorritos me están esperando, ya es hora que coman.
Brenda se despide de Pepe y deprisa se va para que sus cachorritos,
llega a una mata de mango frondosa donde están durmiendo, pero al
sentir su presencia se despiertan, Brenda los lame, los cuenta que
estén completo, antes de echarse escarba en la tierra para sentirla
más fresca y se echa. Cuando una de las cría le pregunta que en que
está pensando. Ella responde,
—Estoy pensando que prefiero vivir mi vida de perro que vivir la
locura de los humanos.
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