Entradas

"Cuento para Adultos"

Imagen
Había una vez un río de excremento. Aunque el comienzo parezca un poco grotesco el río existió en realidad, se encontraba en el corazón de un gran bosque de muy difícil acceso, los lugareños contaban que estaba embrujado porque todos los cazadores o los leñadores que se atrevían a entrar nunca lograban salir. La historia comienza cuando una niña se atrevió a entrar al bosque y fue la que dio testimonio de la existencia del río. Se dice que luego de caminar por mucho rato empezó a sentir un terrible olor y al llegar al río se dio cuenta que ese olor emanaba   de allí, al mirar a la punta de un árbol vio a un búho. —  Hola señor búho, ¿Por qué éste río huele a excremento? El búho no le prestaba atención. La niña alzando un poco más su voz le volvió a preguntar. —   Hola señor búho, ¿Por qué éste río huele a excremento? El búho se da cuenta que abajo en el medio del bosque había una niña solitaria y decide descender. —   Niña, ¿qué haces sola en el bosque?, le preguntó

"El Alba y Yo"

Imagen
Cuando desperté el alba me preguntó, — ¿De qué color quieres tu día? — Le respondí que de un felicidad intenso con unas pinceladas de amor. Entonces, el alba fue a tocar a tu ventana y te despertó.

"Extrañandote"

Imagen
Hoy amanecí con ganas de escribirle una carta a Satanás, para saber como se divierte tu alma ensangrentada en el infierno.

"La Infancia"

Imagen
De niño hablaba con mis amigos sobre qué haríamos cuando creciéramos. Recuerdo que unos querían ser bomberos, otros médicos y uno más que otros policías, yo quería viajar y conocer el mundo. Tengo años que no hablo con mis amigos de la infancia. No sé si cumplieron su sueño. Por mi parte he conocido muchas anécdotas, muchos paisajes, conozco el espacio, he conocido gentes interesantes y pintorescas  e incluso he viajado en el tiempo. Y justo ahora me preparo para emprender mi próximo viaje, con una taza de café en una mano y un libro en la otra.

“Mis Compadres”

Imagen
Recuerdo que mi madre, en muchas oportunidades, se dedicaba a contarme historias de encuentros fantasmales al que se enfrentaban los hombres cuando salían a tomar en algún bar en los pueblos vecinos y que al regresar, se topaban con “La Sayona” dándole a esos infortunados, un susto demoníaco . Ahora con el desarrollo y progreso de las ciudades, ya aquellas historias de espantos y fantasmas han ido desapareciendo, y ahora, luego de una noche de fiestas, los infortunados pasan el día echándose alcohol en el cuerpo por las ronchas que les dejan las hormigas por amanecer tirados borrachos en cualquier zanja.

“La Última Ronda”

Imagen
El general, camina por las adormecidas calles de la ciudad. Las múltiples condecoraciones, que brillan al ritmo de la luz de los faroles, adornan su impecable uniforme. Observa a las trabajadoras nocturnas y sus potenciales clientes  negociando un posible encuentro bajo la mirada ciega del palacio que una vez bombardeó, pero nadie se percata de su presencia. Solo algunos perros callejeros que se escurren o aúllan a su paso. Suspira al ver que ya nadie recuerda sus obras y solo le queda regresar al cobijo del calor infernal que el destino le deparó.

“En el lugar incorrecto”

Imagen
Me contaron pero no sé si es vedad, Aquel hombre llegaba todos los días muy temprano por la mañana, a veces ayudaba para hacer la barricada y muy pocas veces le decía a algunos jóvenes participantes— Yo estoy dispuesto a todo — al parecer no quería ofrecerse sino ser reclutado por aquel grupo pero no tenía suerte, podría ser por su edad pero como necesitaba dinero no le importaba, y a diario seguía intentando acercarse para que lo tomaran en cuenta. Ese día como de costumbre llegó temprano, colabora con los jóvenes y dura un rato observando todos los preparativos, como de nuevo no fue tomado en cuenta decide marcharse mientras el grupo avanza hacia el oeste, tomando el rumbo contrario da unos pasos y se percata que una de las banderas se había caído, al recogerla  una dama muy linda y con una piel de porcelana de esas que solo toman sol en vacaciones a orillas de una piscina se abalanza para agredirlo, el pobre hombre pasaba tan desapercibido que ni se habían dado cuenta que